OJOS

Muchas veces hemos recorrido miles de calles, hemos estado en diversos lugares, tomado las mismas rutas, viajado varios kilómetros. Durante nuestro andar diario pasamos al lado de miles de rostros, recorremos millones de miradas, observamos cientos de ojos que a la vez nos observan.
Si recordaramos cada rostro que hemos visto en cada uno de los lugares a los que nos hemos dirigido tal vez tendriamos muchos amigos, podríamos notar que algunos de los que tal vez son ahora algo nuestro en algún instante de nuestra vida fueron simples desconocidos, tal vez de surgirían historias de amor duraderas o las más trágicas desgracias.
Si miraramos cada rostro, si se prestara atención por un instante a la historia que cada persona nos cuenta con la miada, con el ir y venir de sus pasos, notariamos la vida más intensa.
Cada que caminamos somos unos desconocidos, pasamos tan desapercibidos los unos de los otros, que a veces ni nosotros mismos nos damos cuenta de nuestra propia existencia, nos hacemos invisibles, como si nuestro andar nos pesara tanto como el de los demas a la vez.
Tal vez si conociera más rostros me reconocería, sería más humano, podría comenzar por una mirada, un vistazo a mi ventana y comenzar a descubrir el mundo.